martes, 8 de noviembre de 2016

Taller de competitividad y estrés

Talle evaluativo

1.      Describa explícita y argumentativamente las estructuras cerebrales, neurotransmisores y vías nerviosas implicadas en la conducta de la competitividad.

     En la conducta de la competitividad intervienen varias vías, estructuras cerebrales y neurotransmisores. Por parte del sistema nervioso: el lóbulo frontal, el lóbulo occipital, los ganglios basales, el cerebelo y el sistema límbico, y por el sistema endocrino, sustancias químicas encargadas de la transmisión como: la testosterona, la dopamina, la adrenalina, el cortisol, la endorfinas, la serotoninas y la aldosterona.
     El lóbulo frontal es la parte encargada de las funciones ejecutivas motoras,  Si bien es cierto, los seres humanos viven en una constante competitividad, queriendo obtener y superar las metas, específicamente esta parte del sistema nervioso “interviene en la planeación, ejecución y control de movimiento” (Carlson, 1996). Es el responsable de dar forma a las actitudes  y organizar las funciones que son características de la conducta humana en este caso la conducta competitiva (Clark, 2013).  
     El lóbulo occipital por medio de la corteza visual primaria, recibe y  procesa la información de tipo visual. En la conducta de la competitividad esta área es muy importante porque le permite al competidor visualizar información acerca de los objetos, y con ello saber a lo que se va a enfrentar, regulando la observación del objetivo en medio de una competencia.
 Luego encontramos el cerebelo que se encarga del flujo motor, al momento de coordinar el movimiento, mediante la información que recibe, prediciendo la posición que debe tener el cuerpo en un determinado momento.
     El sistema límbico, donde participan un conjunto de estructuras como  el hipotálamo, la amígdala y el hipocampo, encargadas de regular las emociones. Cada uno de ellas realiza una función importante con la finalidad de alcanzar el objetivo de la competencia, en el caso del hipocampo, organiza las conductas como la alimentación y la ingesta  y manteniendo la temperatura corporal, la amígdala que es la encargada regular las emociones, en este caso el deseo de obtener el logro, y el hipocampo está relacionado con los procesos de necesidad es por esto, que es el encargado de regular la competitividad.

     Por último, se encuentran los ganglios basales relacionados con el control de los movimientos, con el aprendizaje de las habilidades motoras y ayuda a preparar el cuerpo  antes de un movimiento.
     El sistema endocrino se encarga de segregar hormonas y cada una de ellas cumple un papel fundamental en la conducta competitiva.
     La testosterona incrementa la masa muscular, la agresividad y la recuperación después de una competencia, se demostró en un estudio realizado por Suay, F, Salvador, A., González, E., Sanchis, C, Simón, V y Montoro, J. (1996) que  los sujetos de alto nivel competitivo obtienen puntuaciones significativamente mayores de testosterona que los de nivel más bajo.
     La adrenalina en la conducta competitiva, representa altas descargas aumentado los niveles de azúcar en la sangre, aumenta la presión arterial, etc. Permite que la persona al momento de enfrentarse a una competencia fuerte, no sienta dolor.
     La dopamina es una sustancia relacionada con la motivación y el deseo, incrementa el calcio en la sangre, estimulando la producción de dopamina y la absorción del cerebro, mejora el humor y así brindar más energía, que será útil para una competencia.
     El cortisol tiene un aumento al incrementar la actividad física, reserva glucosa y catabolismo para luego utilizarlas como fuente de energía.
     La endorfina es la hormona del bienestar, al momento de la competencia lo que hace es funcionar como sedante para que el competidor en ese momento no sienta el dolor, creando una sensación de felicidad.  “Estas sustancia se consideran como analgésicos opioides endógenos, capaces de combinarse con los receptores ovoides e inhibir la transmisión de impulsos de dolor cerrando la compuerta. Estos analgésicos endógenos se liberan siempre que el cuerpo experimenta dolor. Son responsables del fenómeno de la imposibilidad ante el dolor de los deportistas” (Lane Lilley, s.f.).
     La serotonina cumple un papel fundamental en los estados de ánimos, durante la competencia se puede presentar un cambio en los estados de ánimo, ya sea porque al competidor le esté yendo bien o por el contrario mal, este neurotransmisor se verá implicados en este cambio. Si la persona tiene mal humor se presenta un nivel bajo de serotonina y si el humor de la persona es bueno, se presenta un nivel alto de esta sustancia.
     La aldosterona retiene sodio y agua, evitando que cuando la persona se encuentre en una competencia física se presente una deshidratación.


2.      Explique de manera argumentativa y desde los planteamientos psicofisiológicos el comportamiento sexual.

     Dentro de la psicofisiológica, el comportamiento sexual ilustra a la perfección la interacción de factores internos y factores externos. Considerando la conducta sexual como una Tendencia a responder a los objetos del ambiente en forma tal que, en alguna medida, conduzca a la satisfacción y al alivio de las urgencias fisiológicas dominantes asociadas con la reproducción. La conducta sexual resulta de una interacción de factores hormonales, neuronales y ambientales.
     En el comportamiento o la conducta sexual de un individuo hay varios momentos claves para su desarrollo como tal, entre esos esta la etapa prenatal y la pubertad, en las cuales suceden ciertos acontecimientos que son de gran relevancia para el desarrollo sexual de una persona.
     En la etapa prenatal durante la fertilización, se da la unión tanto del espermatozoide como del ovulo en el que cada uno comparte 23 cromosomas individuales para así conformar 23 pares de estos. En esta misma etapa se da el desarrollo de las gónadas (los testículos u ovarios), órganos sexuales internos y externos, que son caracteres sexuales primarios. las gónadas tienen   la función de producir óvulos y espermatozoides además segregan ciertas hormonas que son responsables para el desarrollo de la conducta sexual, el siguiente carácter son  los órganos sexuales internos, los cuales aparecen durante el tercer mes de gestación, aquí se puede dar el desarrollo del sistema de Müller en el caso de la mujer o el sistema de Wolf en el caso de los hombres, en el primer sistema se da lugar a las fimbrias, las trompas de Falopio y el útero  y en el sistema de Wolf  se desarrolla el epidídimo, conducto deferente, vesículas seminales y la próstata.  ya en el último carácter sexual que son los genitales externos hace referencia a esos órganos sexuales visibles como el pene y el escroto en hombres y el clítoris y la parte externa de la vagina en la mujer.
      En la pubertad se da el desarrollo de caracteres sexuales secundarios como lo son el crecimiento de las mamas, el ensanchamiento de las caderas, aparición del vello púbico entre otras características visibles y notorias en esta etapa, debido   a la secreción de ciertas hormonas como lo es el estradiol y la testosterona.

3.      Construir un ensayo critico analítico de 3 páginas sobre el artículo: estrés y el sistema inmune.

     La definición que actualmente se tiene sobre el estrés se denota por medio de la relación que se presenta entre los estímulos aversivos o desagradables que provocan una perturbación en la homeostasis del organismo y las respuestas tanto fisiológicas como conductuales del individuo frente a esa estimulación de aversión. Generalmente cuando el organismo percibe un estado de amenaza busca la forma de reaccionar con un repertorio de respuestas adaptativas que van a depender de muchos factores entre esos están los individuales y los externos. Los sistemas encargados de mediar esas respuestas de estrés s es el principalmente el sistema nervioso central y los sistemas que se encargan de mantener la homeostasis del organismo como lo son el sistema nervioso autónomo, endocrino e inmune. De acuerdo a investigaciones ya realizadas en seres humanos han demostrado que el estrés psicosocial puede provocar muchas enfermedades y alterar la inmunidad del sistema ocasionando anomalías que afecta la salud; como infecciones, enfermedades y la tardanza de las cicatrizaciones de ciertas heridas.
     El estrés es la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes. Nuestra vida y nuestro entorno, en constante cambio, nos exigen continuas adaptaciones; por tanto, cierta cantidad de estrés es necesaria. En general tendemos a creer que el estrés es consecuencia de circunstancias externas a nosotros, cuando en realidad entendemos que es un proceso de interacción entre los eventos del entorno y nuestras respuestas cognitivas, emocionales y físicas
     No obstante, el estrés es considerado uno de los factores actualmente más angustiantes y peligrosos en la salud psicológica y física de los individuos, por la sobre intensificación de las respuestas de estrés prolongadas. El estrés, como cualquier otra conducta ejecutada en el cuerpo motor del individuo está coordinado y dirigido por el sistema nervioso, que a su vez participan, los sistemas como el sistema nervioso autónomo, endocrino e inmune para la homeostasis. Según (Gomez Gonzales B, 2006)  dicha sobre estimulación del estrés leve que un individuo maneja es causado y se recalca como un factor, que en cierto punto se considera con un porcentaje leve de influencia, es el ambiente y los comportamientos y demandas que rige esta. Según los estudios realizados en dicha investigación (estrés y el sistema inmune), los factores como perdidas de seres queridos, compromisos académicos, laborales y trabajos como cuidadores de personas con enfermedades como Alzheimer; tiene altos porcentajes de elevación en sus cuadros de estrés, que por consecuencia experimentan infecciones como, refriados, gripas, en casos más especiales, pacientes con VIH causa un accenso rápido de ciertos virus que atacan sus defensas. También se encuentran los problemas como respiratorios, cardiovasculares, entre otros.
     Cabe resaltar dentro de dicho argumento uno de los síntomas más peculiares y observados en dividuos con cuadros de estrés crónicos, y es el síntoma la demora en cicatrizar heridas;  ya que desde un punto más analítico y personal, cabe considerar la idea de que por causas de estrés crónicos, también se encontraría afectado el sistema muscular y el órgano mayor que llegaría a ser la piel. Es decir que, por alteraciones de ciertas sustancias endocrinas (homeostasis) causado por el estrés crónico, responderían de manera descontrolada en el desarrollo de los músculos y la curación natural de las capas de la piel que en su totalidad seria la cicatrización total de la piel externa.
     Así como el organismo del ser humano responde manera natural a cuadros de estrés moderados, también tiene la capacidad de responder con ciertas sustancias naturales que ayudan de cierta forma a inhibir factores desarrollados por el estrés crónico.
     Según (Gomez Gonzales B, 2006) “Los glucocorticoides poseen propiedades farmacológicas; durante la exposición al estrés el cortisol circulante aumenta y el paciente con esclerosis múltiple puede tener mayor control sobre la inflamación; pero cuando logra lidiar adecuadamente con el estrés, los niveles de glucocorticoides en sangre regresan a sus concentraciones basales y dejan al organismo con mayor riesgo de exacerbación de la enfermedad”    
     En conclusión, el estrés al ser un proceso natural del ser humano dentro de aquellas respuestas que lo estimulan no deja de ser perjudicial al organismo del individuo, ya que por lo general mantendrá efectos en nuestras defensas, que con la sobre estimulación llegaría a cambiar de leve a crónico. Además, el estrés es condicionado por dichas situaciones que rigüe el factor ambiental (trabajo, familia, colegio/universidad) y por ende generara consecuencias especialmente en nuestro sistema inmune que, cabe añadir no dejar a un lado lo afectado que podría llegar a estar también el sistema muscular y el órgano de la piel.








Referencias


Carlson, N. (1996). Fundamentos de psicología fisiológica. México: Prentice-Hall Hispanoamerica.
Clark, D. Boutros, N. Mendez, M (2013). El cerebro y la conducta. Neuroanatomía para psicólogos. México DF, México: manual moderno.
Lane,L.  Aucker R.  (s.f.). farmacologia en enferemeria. Obtenido de http://www.infohomeopatia.com.ar/2009/gamboa2009/05.html
Suay, F, Salvador, A., González, E., Sanchis, C, Simón, V y Montoro, J. (1996). Testosterona y evaluación   
               de la conducta agresiva en jóvenes judokas. Valencia: revista de psicología del deporte.
              Recuperado de: http://www.rpd-online.com/article/view/53

Gomez Gonzales B, E. A. (2006). estres y sistema inmune . el sistema nervioso autónomo, endocrino e inmune, 30-38.







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